martes, 24 de agosto de 2010

Tecnologías muy personales (Práctica 2)


Gizmodo, the Gadget Guide es un blog dedicado a la tecnología y a la electrónica, fundado por Nick Denton. Su primer post fue en junio de 2002. Se actualiza de forma constante acerca de lo último en productos, servicios, aplicaciones para distintos dispositivos y demás. Vale mencionar que no sólo presenta teléfonos celulares, televisores, ordenadores, cámaras digitales, sino que también otros productos relacionados con la arquitectura, el diseño de interiores, que se destacan por una originalidad como pocas. Contiene elementos audiovisuales (fotos, videos, gráficos) que llaman la atención del usuario debido a su particularidad.

Es de fácil navegación, ofrece entradas de diversos productos y servicios. Desde juegos para teléfonos celulares hasta una cama a prueba de terremotos. Asimismo, las entradas contienen links y lo escencial: los usuarios pueden dejar su comentario. Y si así lo desean pueden comenzar una nueva discusión. Todo esto sin necesidad de registrarse. A su vez, tienen la opción de compartir tanto a través de Facebook como de Twitter.

Además, en la página principal, al costado de cada entrada o en la sidebar se puede saber el número de vistas y de comentarios; información que puede resultar relevante para aquellos usuarios más exquisitos. También, para los más impacientes hay una sección llamada Bestmodo en la que con tan sólo un click se puede encontrar lo mejor de Gizmodo. Dicha sección se encuentra en el header.

Actualmente, Gizmodo cuenta con más de 680 mil visitas por día.

jueves, 19 de agosto de 2010

Arma de doble filo (Práctica 1)

El post de Jeff Jarvis A Bill of Rights in Cyberspace
propone una serie de enmiendas a la Declaración de Independencia del Ciberespacio de John Perry Barlow de 1996.
Es así que se abre un debate acerca de los límites y libertades que obtenemos al utilizar Internet, y también sobre aquello que no tenemos pero que, según Jeff Jarvis, deberíamos tener.

Me llamó la atención el punto seis en el cual sostiene que tenemos el derecho a controlar nuestros datos. Es decir que aquellos datos que damos al llenar un formulario, por ejemplo, no deberían quedar almacenados en la red. Lo encuentro contradictorio ya que si esa información no quedase registrada entonces no podríamos tener un correo electrónico ni tampoco estar suscriptos a distintas páginas como las que ofrecen empleo, entre otras. Si no existiese ni el e-mail ni los sitios directamente no estaríamos hablando de esto.

Claro está que existen muchas personas que ofrecen datos falsos, pero ¿qué sucedería si todos hiciéramos eso?
Además, en el caso de un empleo, si no ofrecemos información personal verdadera no hay forma de ser contactados.

A su vez, hay una cuota de responsabilidad en cada usuario. En la mayoría de los casos, cuando nos suscribimos a distintos sitios (redes sociales, por ejemplo) aceptamos los conocidos “términos y condiciones” sin leerlos. Entonces ¿hasta qué punto la red es culpable de que nuestros datos sean utilizados, manipulados?
Nosotros como usuarios debemos controlar lo controlable, debemos ser conscientes a la hora de ofrecer información personal: datos, fotos, videos.

Por otra parte, considero que los puntos tres, cuatro y cinco marcan una realidad, y es que el ciberespacio conecta a muchísimas personas alrededor del mundo y así a las distintas culturas. Y lo especial se encuentra en que nadie más aparte de nosotros controla esa interacción, salvo excepciones en algunos países. Pero difiero en la idea un tanto revolucionaria de que “así es como podemos y vamos a cambiar el mundo”.

¿De eso se trata? ¿De cambiar el mundo?